Dicen que no es tan importante enseñar como recordar.
Muchas veces en terapia me encuentro con personas que no se encuentran en su mejor momento.
Cuando les pregunto porqué están así a veces no hay un detonante claro, simplemente es como si el día a día les fuese apagando el ánimo.
Sin embargo, ante la pregunta de qué es lo que hacían o sucedía cuando estaban o se encontraban bien, suele existir una respuesta que engloba cosas que no están en el momento presente.
Puede ser que dedicaban más tiempo para si mismos/as, que tenían relaciones sociales, que tenían algún tipo de afición…
O puede también que en aquellos tiempos le diesen un sentido a su vida que poco a poco, en la monotonía del día a día, se fue perdiendo.
Tendemos a hacer cosas que nos hacen estar bien, a pensar de determinada manera o a gestionar nuestros sentimientos de una forma positiva.
La equivocación suele estar que cuando llegamos a ese anhelado bienestar, perdemos de vista esas cosas y esa forma de vivir que precisamente son las que nos llevaron ahí.
Y….casualmente, o no, poco a poco vamos perdiendo ese bienestar.
Es muy importante que no olvidemos, y para eso es importante que como cualquier ritual, mantra, hábito…nos repitamos cada día de nuestra vida aquello que es importante para nosotros y nosotras a la hora de estar bien.
Porque en algún momento lo hemos sabido, pero en algún momento también lo hemos olvidado.
Recupera aquello que sabes que te hace bien, y vuelve a la senda.
Si aún no lo sabes, te animo a que lo descubras en terapia.
Un abrazo.
Pablo Fernández Díaz. Psicólogo y Psicoterapeuta Humanista.