CADA DÍA

Vivir es un acto presente, una acción, una determinación, una decisión. Es por ello que cada día hay que tomar la responsabilidad de vivir de la forma más sana y de la mejor manera posible.

Muchas veces el malestar mental o emocional viene de no estar a gusto con la vida que tenemos, con cómo vivimos o las decisiones que tomamos o hemos tomado.

Cierto es que vivir parece que debiera ser algo natural, que la inercia del tiempo, de la vida, hará que todo fluya.

Pero no es así.

La vida y el bienestar propio son responsabilidad de cada persona.

Y cada día hay que vivir, por ello que cada día debería ser un acto de responsabilidad con respecto a nosotros/as mismos/as.

Ahí la dificultad.

A veces dejamos problemas sin resolver, emociones enquistadas, decisiones “para después”, necesidades sin cubrir…

Esperamos que llegue el día en que la vida resuelva todo ello.

Pero debe ser cada persona la que a cada momento marque su camino, la que tome su propia responsabilidad.

Es un esfuerzo, un sacrificio, pero si queremos un bienestar emocional, personal, debe ser así.

Date un espacio, date un momento, coge papel y lápiz si hace falta.

Apunta las cosas que te gustaría cambiar, piensa en formas para resolverlas, apóyate en personas que te puedan ayudar.

Cada día levántate con el propósito no ya de vivir, sino de vivirlo.

No desees que el día acabe para que empiece otro. Vive de la mejor manera para ti y verás cómo los días pasan lo mejor posible.

Tanto en el bienestar como en el malestar.

Amarse, respetarse, perdonarse.

El buen trato es indispensable.

Y a vivir.

Pablo Fernández Díaz. Psicólogo. Psicoterapeuta Humanista.

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